CHINA.- GEOPOLÍTICA Y ECONOMÍA




China, una civilización de dos milenios, ha destacado por ser un país que a lo largo de su historia ha sido objeto de grandes transformaciones. Cambios que han sido vertiginosos en las últimas dos décadas consolidándose como la segunda mayor potencia del planeta.

La República Popular de China está constituida por 9.596.900 km2 . Ocupa el 6.5% de la superficie mundial. Tiene una población de 1.437.651.014 de habitantes. Su capital es Pekín. Los chinos hablan el chino mandarín además de otros dialectos. Practican el taoísmo, el budismo, el confusionismo, el cristianismo y el protestantismo. Desde el punto de vista administrativo, se divide en 23 Provincias, 5 Regiones Autónomas y 4 Municipalidades directamente bajo el Gobierno Central, además de 2 Regiones Administrativas Especiales como son Hong Kong y Macao.

Es importante valorar su historia para entender mejor como China se ha erigido en una potencia económica mundial de tal envergadura.

Tras una milenaria historia protagonizada por el gobierno de decenas de dinastías, fue la dinastía Qing la que puso fin a ese régimen monárquico. A lo largo del siglo XX, el ejército chino fue derrotado en varias guerras contra países extranjeros. El desánimo y el hambre favorecieron importantes revueltas internas. En este contexto, se produce una gran revuelta popular que concluye con la abdicación del emperador en 1911. Se inicia la etapa de la República de China y con ella una importante inestabilidad política. Dos partidos mayoritarios luchan por el poder: el Kuomitang (nacionalistas) y el Partido Comunista Chino. En 1927, esta disputa acaba en una Guerra Civil que enfrentó a compatriotas provocando millones de muertos. En 1949, el Partido Comunista Chino venció al gobierno del Kuomitang, que se exilia a Taiwan.

El líder del Partido Comunista, Mao Zendong cambió el nombre de República de China a República Popular de China. Impuso un nuevo modelo político donde la propiedad privada no existía. Todas las empresas y medios de producción pertenecían al pueblo y donde todo estaba dirigido por el gobierno. Se caracterizó por el autoritarismo y la represión. El conocido como Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural que buscó acabar con las costumbres, la mentalidad, la cultura y hábitos propios de las dinastía que aún persistían, impulsaron en gran medida la dictadura china.

Tras la muerte de Mao en 1976, su sucesor Hua Guofeng acaba cediendo el poder a Deng Xiaping. Éste, en 1978, lanzó “la política de reforma económica y de aperturismo exterior”. Esto supuso el pistoletazo de salida al inicio de un proceso gradual de introducción de los elementos de la economía de mercado en China. Con Deng Xiaoping se estableció un sistema político conocido como socialismo con características chinas favoreciendo una economía mixta. Esta economía se definía como economía de mercado pero con predominio de la propiedad pública. Sus reformas se hicieron en dos fases. En la primera fase (finales de los años 70 y principio de los 80) se llevó a cabo la descolectivización de la agricultura y la apertura del país a la inversión extranjera así como el permiso a emprendedores para iniciar una actividad económica. En la segunda fase ( finales de los 80 y principios de los 90) se practica una privatización y concentración de la mayor parte de la industria estatal, desapareció el control de los precios, las políticas proteccionistas y regulaciones pero permanecieron los monopolios públicos en sectores como la banca y el petróleo. Deng Xiaping trató de corregir los errores de la Revolución Cultural y fue sin duda el capitán del cambio de rumbo que comenzó China. A su muerte, en 1994, dejó a una China con un PIB que se hallaba entre los cinco mayores del mundo aunque aún tenía un gran problema como era las carencias energética y educativas entre otras.

Le sucede Jiang Zemin. Con él , China entra en 2001 en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este período la población registró un alza histórica del nivel de vida. La apertura de China se aceleró y las reformas económicas se fueron profundizando aunque esto también significó el cierre de muchas fábricas, el aumento de las desigualdades sociales y un fuerte impacto y destrucción del medio ambiente. Fue el artífice de la apertura a la economía capitalista sin apertura política. La economía ofreció importantes índices de crecimiento.


Tras él, ocupa el poder Hu Jintao consiguiendo dirigir una China que había cuadruplicado su crecimiento. El nivel de vida de una gran mayoría de chinos había aumentado. Pero su gestión tuvo dos fallos que traerían graves problemas en el futuro . Uno era la gran desigualdad entre pobres y ricos y otro era la incapacidad del gobierno para hacer cumplir la ley.

La etapa de Hu Jintao se puede dar por terminada desde el momento que fue desalojado del Congreso que el Partido Comunista estaba celebrando en Octubre del 2022. Ahora es Xi Jinping quién dirigirá a China al menos los próximos cinco años.

China, a día de hoy, se ve afectada por la gran crisis mundial provocada por la guerra de Ucrania lo que supone un descenso de clientes tanto a nivel internacional como nacional ya que se ha reducido enormemente el consumo. La aplicación de una estrategia covid-cero está acarreando que muchas fábricas disminuyan su actividad con el consiguiente perjuicio productivo y económico. El sector inmobiliario se ha desplomado lo que provoca una desconfianza e incertidumbre en los ciudadanos. Por otro lado, China no está llevando a cabo grandes inversiones en este momento precisamente porque sigue persistiendo el covid-19. Todo ello junto a las tensiones comerciales con EEUU hablan sin duda de una recesión. Su crecimiento se ha ralentizado.

Actualmente, el objetivo del gobierno para el crecimiento del PIB es de 4,4%. Y aunque no se toman medidas tan eficaces como en gobiernos anteriores, China tiene una gran resistencia, un gran potencial y una gran vitalidad sostenida por sus gentes. Hay quién predice la posibilidad de que China llegue a superar a EEUU como potencia económica. De hecho ya la ha superado en inteligencia artificial y lo hará pronto en otras tecnologías como la genética o la biología sintética.

Son fuertes en el campo aeroespacial con el plan de poner una base permanente en la Luna o el desarrollo de motores de iones para ir a Marte. También son importantes sus avances en nuevas fuentes energéticas como su nuevo reactor nuclear de torio o el molino de viento mas grande y eficiente del mundo. Ya produce coches autónomos y planea crear una aerolínea hipersónica. En tecnología informática han creado el ordenador cuántico mas potente superando a los de Google y IBM.

La evolución y los pasos de China como segunda gran potencia será vigilada por el mundo. Sus decisiones y relaciones internacionales afectarán a la economía mundial, sin duda. A día de hoy, comienzo del año 2023, el panorama geopolítico y económico está marcado por la
incertidumbre.

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